domingo, 25 de marzo de 2018

Fraga 1933, la primera huelga de mujeres





Agrupación de Mujeres Libres de Barcelona 1936



Escrito de opinión



Fraga 1933, “les encaixonadores” de la CNT se declaran en huelga.

  

Y si ya tengo el agua que me da la lluvia
Si conozco lo grande que me da el cielo
Si ya tengo lo oscuro que me da la noche
Si entiendo lo que pasa cuando arde el fuego
Si se abren los caminos cuando hay estrellas
Si puedo vivir con lo que cae al suelo
Si no me falta la esperanza gracias a la mañana
Yo no necesito poder.

Quién manda. Mala Rodríguez



En otoño de 1933 la CNT de Fraga convoca huelga en el sector manufacturero de higos secos, la única industria existente en la Fraga de los años treinta y donde las mujeres ocupan prácticamente toda la mano de obra: les encaixonadores de figues.

Fraga no era ajena al convulso ambiente social que se vivía en buena parte de España, debido sobre todo a las desigualdades sociales; situación que se agrava en las zonas rurales, donde latifundio y caciquismo son el binomio predominante. El año comienza con la insurrección anarquista de enero del 33, con levantamientos de obrer@s y campesin@s en varias partes del país. Se producen los trágicos sucesos de Casas Viejas, donde varios campesinos de la CNT son acribillados mortalmente por orden gubernativa y que inmortalizaron de forma admirable los periodistas y escritores Ramón J. Sender en su reportaje: Viaje a la aldea del crimen o Eduardo de Guzmán en La tragedia de Casas Viejas.

En diciembre, la CNT insiste y proclama huelga general revolucionaria. En el Bajo Cinca varios pueblos se suman a ese movimiento insurreccional y proclaman el Comunismo Libertario. En Belver y en Albalate se ocupan las fincas de terratenientes, entre otras demandas se sigue reclamando, la tan ansiada reforma agraria; la respuesta del Gobierno de la República, fue de nuevo la represión: numerosos heridos y más de cien detenidos, entre los que se encuentran varios cenetistas de Fraga, además se clausuran varias sedes del Sindicato.

Es la época de la marca “Higos de Fraga”, registrada por el propio Ayuntamiento. El producto se vende en prácticamente todo el país, incluso se exporta, alcanzando mucha popularidad y renombre. El negocio crece y prospera, situación que contrasta con la vivida por las trabajadoras que son utilizadas como mano de obra barata; trabajan entre diez y doce horas diarias y se las obliga a hacerlo a destajo por un sueldo de miseria. Un grupo de más de doscientas trabajadoras organizadas en la CNT se declaran en huelga reclamando la jornada laboral de ocho horas y un aumento de sueldo, demandas que consiguen después de varios días de huelga.

Puede decirse que “les encaixonadores de figues” protagonizaron la primera huelga de mujeres en Fraga, en cualquier caso, ser las primeras huelguistas, es tan resaltable como los ideales que muchas de ellas procesaban, luchando no solo contra las injusticias laborales sino también contra las tradiciones y los convencionalismos seculares que las subyugaban incluso en las maneras de vestir. También es cierto que es la época de mayor efervescencia libertaria fragatina, ese mismo año habían nacido las Juventudes Libertarias y una escuela racionalista. Tuvieron que pasar tres años para que las ideas de Amparo Poch o Lucia Sánchez Saornil y tantas otras se materializaran en un grupo de Mujeres Libres -ya en plena guerra-, sin embargo las ideas de emancipación y equidad ya habían germinado mucho antes.

Aprendamos de nuestras compañeras predecesoras, salvando todas las distancias, las mujeres trabajadoras de hoy continuamos padeciendo la doble explotación, la del patriarcado y la del capitalismo.

Gloria Beá, militante de la CNT Fraga

Fraga, marzo 2018



Mala Rodríguez ¿Quién manda?


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