Comunicado CNT:
Para
enterrar de verdad al asesino, hay que desenterrar a todas sus víctimas
La
CNT aplaude la iniciativa que llevará a la exhumación de los restos del
dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, aunque se sorprende de la
extrema rapidez de los políticos de izquierdas de este país, que sólo han
tardado algo más de cuarenta años en tomar una decisión que, por otra parte, es
mínima. Pero ya que lo van a llevar a cabo, les hacemos una primera petición,
que lo hagan en 18 de julio, para que el monstruo salga de las "vidas"
de tantas víctimas que le rodean el mismo día que entró en ellas, para
devastarlas.
Y,
en el mismo orden de cosas, si la familia no quiere hacerse cargo de los
restos, poniendo en marcha a un ejército de abogados para evitar la exhumación,
lo que hará que el gesto de maquillaje del gobierno haga que el dictador nos
cueste AÚN más dinero público, proponemos soluciones similares a las que se
llevaron a cabo con Hess o Goering, que fueron incinerados y lanzados a las
aguas -se evitaría así el vandalismo que teme la apenada familia-, pero en una
versión más cercana al personaje: una cuneta en algún lugar perdido para él
solo. Lo difícil será encontrar ese lugar, pues él mismo se encargó de que nos
quede poco suelo sin que, bajo tierra, esperen los restos de sus víctimas.
También
sugerimos que el maquillaje se complete, y que se haga un poco mejor que en la
cacareada Transición. Receta general: retirar todas las subvenciones estatales
a la comunidad de monjes, retirarles el control sobre un lugar que,
curiosamente, es considerado patrimonio nacional pero controla la iglesia, y
sugerir a la comunidad que se busque otro lugar para residir, después de una
auditoria sobre sus -nuestros- dineros y lo que han hecho con ellos y depurar
responsabilidades.
Después
retirar el estatus de patrimonio nacional a un lugar de sangre, terror, miseria
y recuerdo de una dictadura feroz y asesina. Preferiríamos que los patrimonios
nacionales fueran arte y arquitectura que pudiera enriquecernos culturalmente,
y no al revés.
Y,
por fin, volar los elementos más visibles del conjunto. Que no quede piedra
sobre piedra de símbolos tan fascistas construidos con la sangre y el sudor de
los vencidos, centro de desfachatez demagógica cuando se atreven a hablar de
reconciliación. Y, entre las ruinas, intocadas, crear un lugar contra el olvido
de la barbarie franquista.
No
crean que hemos olvidado a los enterrados. Damos por hecho que, si tienen un
poco de dignidad y memoria, llevarán a término el obligado proceso de exhumar
los restos de los que, incluso después de muertos, fueron tratados como
vencidos y obligados a acompañar a su verdugo.
Les
deseamos suerte y acierto.
Secretariado
Permanente del Comité Confederal