Floreal Samitier (derecha) junto con Martín Arnal, infatigables en la difusión del comunismo libertario y el anarcosindicalismo.
Floreal Samitier Arroyos, Zuera (Zaragoza), 1934 / Aragnouet
(Francia), 25-9-2012. Nos deja inesperadamente nuestro amigo y compañero
Samitier, otro gran aragonés exiliado en Francia, trabajador
infatigable por las ideas libertarias, persona de gran talante humano,
de infinita capacidad de trabajo y sacrificio por sus ideales, que lo
han sido y lo son de tantos miles de explotados del mundo.
Hijo de Tomás Samitier Uruén (Riglos (Uesca), 1900) y Teresa Arroyos
de la Torre. De origen altoaragonés por parte paterna, su padre era un
trabajador ferroviario destinado en el Barrio del Portazgo, también
conocido como el Barrio de la Estación de Zuera, barrio en el que nació
Floreal. Su dura infancia, criado en una minúscula casilla de
ferroviarios, se vio truncada dramáticamente por la sublevación militar y
la guerra civil. Su padre Tomás, destacado militante anarquista de la
CNT y la FAI zufariense organizó la resistencia en el Portazgo, pero
ante la superioridad de los sublevados se evadió precipitadamente a la
zona republicana. Teresa, la madre, se refugió en Riglos, donde fue
detenida y encarcelada en Jaca donde pasó parte de la guerra hasta ser
liberada. Sin sus padres, fue recogido por su abuela materna, Dolores de
la Torre García, hasta que esta fue fusilada en Villanueva de Gallego
(Zaragoza) el 7-4-1937 a la edad de 63 años. No fue la única víctima del
fascismo en su familia, dos tíos paternos ya habían sido fusilados, en
Huesca, Pedro Samitier Uruén el 5-9-1936 con 24 años de edad y en
Zaragoza lo fue Maximiliana Samitier Uruén el 23-12-1936, ambos
militaban en la CNT oscense.
Acabada la guerra, sus padres, lograrían refugiarse en Francia,
mientras Floreal era internado en un colegio orfanato de Zaragoza
regentado por monjas. Catorce años después, tras pasar toda clase de
calamidades, hambre y desprecios como “hijo de rojo” que era, logró
pasar la frontera y reencontrarse con sus padres en Francia. Asentado en
Toulouse, se integró en el Movimiento Libertario en el Exilio del que
no ha dejado de formar parte hasta su fallecimiento.
Como militante anarquista y confederal ha sido asiduo en ocupar
cargos de responsabilidad, formar parte de delegaciones y destacar como
reconocido orador. Secretario de Organización de FIJL nombrado en el XI
Pleno del exilio (noviembre de 1957), secretario de Organización del SI
en 1965-1967 y de Administración en 1969-1971, secretario de la regional
del exterior en 1991 y de nuevo a comienzos de siglo hasta 2012.
Delegado a los Congresos de Montpellier (1965) y Marsella (1975) y por
la CNT del exilio al Congreso AIT de 1967 y al Pleno Nacional de
Regionales de Madrid de 1980. Mítines y conferencias en Burdeos (1971),
Toulouse (varios en 1971, 1973, 1976), Marsella (1971, 1974 y 1975),
Oviedo (1978), Montpellier (1980), París (1981), León (1991), Madrid
(25-2-1994, conferencia en el Ateneo sobre la Montseny), Huesca (1999,
Congreso sobre el exilio), Badalona (2001, en la inauguración de la
Fundación Federica Montseny). Colaboraciones en Cenit (al menos hasta
2000), CNT, Espoir (1968), Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad. Junto a
José Luis García Rúa, es autor del libro Siempre volviendo a empezar. La CNT dentro y fuera de España 1939-2009, editado en enero de 2011.
Persona de trato sencillo, directo, con su humor socarrón al que nos
tenía acostumbrados, y que vamos a echar de menos, siempre dispuesto a
viajar, visitando a compañeros, a familiares, haciendo de guía por el
universo del exilio español en Francia y siendo el cordón umbilical de
los libertarios a ambos lados de los Pirineos. Nos acompañó en la
jornada de Huelga del pasado 29 de marzo en la que se manifestó como un
anónimo luchador más por las calles de Huesca. Estuvimos con él en
Toulouse, ¡como no!, en la reciente comemoración del 19 de julio,
aniversario de la Revolución española. Su último, viaje, su última
misión podríamos decir, le trajo a España como otros cientos de viajes
de su dilatada vida de exiliado, para participar como delegado al Pleno
Confederal de la CNT del pasado sábado 22 de septiembre de 2012. No dejó
de visitar su casa en Zuera, ni a los hijos de los viejos militantes
cenetistas de la localidad, compañeros de fatigas de su padre, ni de
regreso a Francia parar a ver a la familia Arnal exiliados de Angüés
(Uesca), retornados a su pueblo, donde antes del fatal accidente de
circulación que le segó la vida, tomó su último café entre compañeros,
entre hermanos, entre los que eran su otra familia formando parte de su
querida CNT.
¡Que la tierra te sea leve, compañero! Siempre permanecerás en
nuestro recuerdo, un fuerte abrazo para ti, para tu compañera Gladys y
los tuyos, salud.
CNT Uesca
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