Salvador
Puig Antich en la memoria
Se
cumplen 40 años de la muerte del militante del MIL, último ejecutado por
garrote vil. El 2 de marzo de 1974 era ejecutado en Barcelona Salvador Puig
Antich, condenado a muerte por un Tribunal Militar.
Puig
Antich nació el 30 de mayo de 1948 en el seno de una familia obrera. Su padre
había sido militante catalanista durante la República. Tras la Guerra Civil se
exilió, pero fue apresado e internado en el campo de concentración de
Argelès-sur-Mer. Condenado a muerte en España, al final fue indultado. Este
entorno en el que se crió Salvador facilitó su incursión en el mundo de la
política y en la resistencia al Franquismo. El asesinato del estudiante Enrique
Ruano en 1969 fue el toque que lo posicionó. Con una ideología anarquista en
ebullición, Salvador se va vinculando a las luchas obreras de Barcelona. Viendo
que algunas luchas se le quedaban estrechas, se une al Movimiento Ibérico de
Liberación (MIL).
¿Qué
era el MIL?
El
Movimiento Ibérico de Liberación fue un grupo revolucionario armado surgido a
finales de 1969. Con el anticapitalismo como base, el MIL une en su seno una
fuerte influencia consejista, anarquista y antiparlamentaria. Su objetivo era
influir y ayudar al movimiento obrero tanto de forma teórica, con la edición de
folletos, como práctica, con el apoyo a las huelgas y acciones de expropiación.
Lejos de la visión que se ha querido establecer, equiparándolo a otras
organizaciones como el Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP) o
ETA, el MIL no tenía como objetivo a las fuerzas de seguridad. Las razzias
llevadas a cabo contra el grupo, que acaban con la detención de Salvador y el
hallazgo de numerosos pisos francos, le ponen punto y final. Parte de la
tradición que marcó el MIL fue tomada por organizaciones como los Grupos de
Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI) o la Organització de Lluita
Armada (OLLA).
La
detención de Puig Antich
Tras
numerosas acciones del MIL en forma de atracos, comenzaron a producirse detenciones
entre sus integrantes. Con la detención de la novia del integrante del MIL Luis
Pons y la de Santi Soler, éstos fueron utilizados de anzuelo para detener a
Xabier Garriga y Puig Antich. El 25 de septiembre de 1973, Garriga se había
citado con otros integrantes del grupo en el bar El Funicular. La Policía
estaba al tanto y puso en marcha un dispositivo. En la refriega, Salvador sale
corriendo y es interceptado por la Policía. En medio de un tiroteo, cae herido,
y el subinspector Francisco Anguas, muerto. La cantidad de heridas de bala que
tenía Anguas muestra la dureza de la refriega, pero no la culpabilidad de Puig
Antich. Una vez recuperado de sus heridas, Puig Antich fue juzgado y condenado
a muerte en un proceso en el que se ocultaron pruebas y se impidió a la defensa
citar a testigos. Puig Antich estaba sentenciado de antemano.
El
caso de Puig Antich sólo contó con el apoyo del movimiento libertario en el
exilio y de sus compañeros del MIL, que estaban en Francia. Pero, en diciembre
de 1973, tras la muerte de Carrero Blanco, el régimen franquista no iba a tener
piedad con un militante libertario condenado a muerte. Los intentos por
conseguir el indulto fueron en vano. En la mañana del 2 de marzo de 1974 era
ejecutado a garrote vil en la cárcel Modelo de Barcelona. Sus hermanas llevan
40 años luchando por la memoria de su hermano y por demostrar su inocencia.
Publicado
en el Periódico Diagonal número 217
Artículo entero:
Loquillo, El año que mataron a Salvador
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