Comunicado de la CNT/AIT de Fraga
El pasado 10 de febrero, el Ayuntamiento de
Fraga inauguró, con reina emérita incluida; “cuatro viviendas para alojar a 32
trabajadores temporeros”; “cuatro módulos prefabricados con capacidad para ocho
personas cada uno, otro que servirá de comedor, y falta por instalar el de
lavandería y recepción”. La instalación, apartada del casco urbano, está
ubicada en un recodo de la zona del Sotet y será gestionada por Cáritas. Es lo
más parecido a un “campo de refugiados para excluidos del capitalismo”.
La escasez de vivienda de alquiler en Fraga es un problema, quizá el principal, con el que los trabajadores se encuentran al llegar a la ciudad. Esta circunstancia se agrava en primavera y verano con la llegada de trabajadores que acuden para realizar las labores agrícolas de temporada, para la recolección de la fruta. Es una realidad que se arrastra desde hace décadas, con los consiguientes problemas que acarrea para las personas que la sufren. Por eso, a priori, la iniciativa de la instalación de los módulos prefabricados no nos parecería mal si fuera concebida como una solución puramente transitoria o provisional, pero en ningún caso podemos aceptarlo como un fin en sí mismo.
Las autoridades municipales y Cáritas, promotores de la iniciativa, reconocen el problema pero desde el Sindicato CNT/AIT consideramos que para solucionarlo habría que empezar por el cumplimiento de la legislación vigente en materia de vivienda y alojamiento, además de reclamar a las empresas agrícolas que cumplan con el artículo 19 del Convenio Colectivo Agrícola de la provincia de Huesca que, entre otras cosas, dice que en los supuestos de excepción, en los que un empresario contratase al personal procedente de otras localidades para la realización de faenas de temporada, campaña o circunstanciales, deberá facilitarles, además del alojamiento, la manutención o en su defecto, suministrarles las mercancías necesarias para que ellos mismos puedan atender a su manutención. A esos mismos empresarios agrícolas les exigimos también un salario digno y unas condiciones laborales dignas para las personas trabajadoras del campo porque de esta forma se eliminarían estas situaciones de desigualdad y vulnerabilidad.
Otra medida complementaria sería la creación de un parque de viviendas de alquiler social por parte del Ayuntamiento de Fraga. Es una medida habitual en otras ciudades europeas que ya ha demostrado su eficacia para proporcionar vivienda digna a un precio razonable y adaptado a la realidad social actual porque es cierto que la Constitución española en su artículo 47 recoge que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, que los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación y que la comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos, pero también es innegable que este artículo queda en papel mojado cuando nos topamos con la realidad que el mercado inmobiliario nos impone. Porque cuando una persona tiene que destinar el 36,2% de su salario al pago de la hipoteca o el 56,4% a pagar el alquiler de una vivienda, el derecho se convierte en un lujo al alcance de una minoría.
Por todo esto, desde el Sindicato CNT/AIT continuaremos reivindicando el derecho a un nivel de vida adecuado que asegure la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios, tanto a nosotros como a nuestras familias, tal y como recoge La Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 25.1.
Fraga, febrero 2023
CNT/AIT Federación Local de Fraga
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