sábado, 31 de octubre de 2015

Sobre las detenciones de anarquistas en Barcelona



Esta entrada corresponde a un artículo escrito por nuestro compañero Patricio Barquín sobre las detenciones de anarquistas en Barcelona. 

Reflexión que compartimos y que desde la CNT de Fraga hacemos nuestra.


1934-2014 Rumbo a Ítaca

El estudio de la historia sirve básicamente para comprender el presente y sobre todo para ver cómo se comporta el poder ante determinadas situaciones que lo ponen en cuestión.  Porque la finalidad fundamental de los estados es perpetuar el poder de la persona sobre la persona de manera que unos vivan a costa del esfuerzo y el sufrimiento de otros.  Los “capaces” sobre los “incapaces”, los que tienen los “medios” sobre los que generan la riqueza.

Si nos remontamos a la Barcelona del 4 de octubre de 1934 nos encontraremos ante una situación que bien podría ser un calco de lo que estamos viviendo en estos días.  Por un lado un gobierno, el de la Generalitat de Catalunya, representado por Lluís Companys deteniendo a los militantes más destacados del movimiento anarquista para acto seguido declarar el Estat Català dentro de la República Federal Española.  Es decir, se suponía que el gobierno de la Generalitat decidía romper con el Estado Español y poner “rumbo a Ítaca”, y para ello el primer paso no era plantar cara al opresor gobierno de la CEDA sino plantar cara al movimiento anarquista representado en ese momento por los militantes y simpatizantes de la CNT.  El día 6 de octubre a las 12.30 horas en un mensaje radiofónico, a instancias del conceller de governació Josep Dencàs, Lluís Companys hace la citada declaración.  A las seis de la mañana del día 7 de octubre Dencàs huye por las alcantarillas y Lluís Companys se rinde al general Batet.

¿Qué demonios pretendían Dencàs y Companys con estos movimientos?  Pues todo indica que frenar el avance del movimiento obrero en la Catalunya de los años treinta, objetivo que era compartido por el gobierno de derechas de la CEDA.

¿Qué ha sucedido recientemente con la patraña de la famosa “Operación Pandora”?  Creo que debemos remontarnos un poco en el tiempo:

Cuando estalla la revuelta ciudadana en La Puerta del Sol y se extiende por la mayor parte de las capitales del país, los gobernantes ven peligrar sus poltronas y el capital huele el aliento del pueblo que toma conciencia del poder que tiene.  ¿Cuál es la reacción del gobierno de España?  Pues en un primer momento acusar a los activistas de radicales, terroristas y otra serie de istas que apenas convencen ni a los periodistas que los escupen desde sus equipos de redacción.

Se aprueban leyes represivas y se lanzan propuestas políticas en forma de partidos que hacen “nueva política”, probablemente esto último no esté ni siquiera orquestado, simplemente tenemos tan interiorizado el sistema de partidos que parece la solución más rápida y factible el lanzarse a conquistar el poder, cuando lo que hay que hacer es erradicarlo, pero esto es mi opinión.

Sin embargo, Cataluña, que siempre ha ido a la vanguardia de los tiempos, decide izar las velas del barco de la independencia y poner rumbo a Ítaca con el único fin de buscar un enemigo común que desvíe la atención de lo que está sucediendo; el parlamento ha aparecido rodeado por la sociedad civil que reclama justicia y esto no es un tema baladí.
Pero no se van a contentar con ello.  Cuando toda la atención ya está fijada en Cataluña como nación y Madrid como enemigo de todos los catalanes deciden dar el golpe de gracia y lanzan a la policía autonómica a detener a un grupo de libertarios que son la vanguardia de una sociedad civil que reclama vivienda, trabajo y libertad.  Y todo esto lo hace antes de que por la cabeza de los malos malísimos de la derechona española se planteen siquiera la aprobación de la Ley Mordaza.

Así pues, una vez más, podemos decir que objetivo conseguido.  En octubre de 2015, tal y como sucediera en octubre de 1934 el independentismo catalán allana el camino de la represión y actúa como laboratorio de experimentación de cómo hay que acabar con los desmanes del populacho.

No, no sirve el argumento de que la policía autonómica actuó como mera policía judicial a las órdenes de la Audiencia Nacional, porque, como la propia policía reconoce, las actuaciones las iniciaron ellos mismos durante 2014 y luego las continuó e instruyó la Audiencia Nacional, ya que nos encontrábamos ante peligrosísimos lectores de libros y librepensadores capaces de andar explicando que el destino de cada uno de nosotros está en nuestra manos y no en manos de aquellos que deciden erigirse en gobernantes.

Resulta paradójico que la Generalitat de Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya celebren el ochenta aniversario de los sucesos de 1934 reviviéndolos de nuevo.  Dedicándose a detener anarquistas en su camino hacia Ítaca, en lugar de enfrentarse al gobierno de España.

En cualquier caso, si este es el Estado que quieren proclamar, un estado que infunde terror sobres los ciudadanos, que aplica la ley mordaza y la ley antiterrorista, que no es capaz de resolver los conflictos sociales y tira del tan maravilloso contrato social que lo faculta para gestionar la violencia: señores, no cuenten conmigo para nada.

Patricio Barquín

Sábado, 31 de octubre de 2015




No hay comentarios:

Publicar un comentario