domingo, 22 de febrero de 2015

Para cambiar todo

Editorial del periódico CNT del mes de febrero 

Para cambiar todo

La supuesta crisis económica ha sido la excusa. Excusa para el empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores asalariados y los autónomos, que tienen que pagar más impuestos que la gran empresa. Excusa para privatizar sanidad y educación, es decir, recursos generados por todos convertidos en negocio de los de siempre. Excusa para la privatización de los recursos naturales. Excusa para la aceptación de unas condiciones de vida cada vez peores y un largo etcétera. A este panorama se suma la vinculación de los partidos políticos con tramas corruptas, el rescate a la banca mientras ésta se apropia de las viviendas de los trabajadores vía desahucio, las contaminaciones y manipulaciones informativas...

Como respuesta a tanto abuso asistimos a un incipiente auge de la toma de conciencia y movilización social que culminó en 2011 con el llamado movimiento 15M. El descrédito de la vía política era más alto que nunca y se daban procesos de autoorganización, aun con sus errores, de manera generalizada.

Ante esto nos encontramos con una doble respuesta. Por un lado, el aumento del aparato represivo debido a la creciente respuesta en la calle. Ley Mordaza, ley de seguridad privada, censura y falta de libertad de expresión. Y por otro lado, estamos tristemente comprobando que algunos sectores vienen en rescate del statu quo, sacando la lucha de la calle y los puestos de trabajo para llevarla al parlamento. Y otra vez de vuelta al espejismo electoralista. Y es que las corruptelas y el descrédito de los partidos políticos lo han puesto fácil para la aparición de nuevas formaciones políticas. El mayor problema no es ya que se vote o se deje de votar, sino que han captado a personas que antes participaban en luchas concretas y creaban organización (contra los desahucios, en diversos conflictos...) y que han dejado de lado la lucha real para reaparecer en la pelea electoralista.

Como se oye decir que el problema es la corrupción, nos conformamos con cambiar de políticos, pero el problema es el sistema político en sí. No se trata de administrar la desigualdad, ni de tornar a los opresores en oprimidos y a los oprimidos en opresores, ni de estabilizar la economía por medio de la reforma, ni de exigir inocentemente derechos o gobernantes más legítimos.

El problema no es que estén funcionando mal, sino que están funcionando. Y para ilustrarlo ponemos este ejemplo: ¿cuáles son los indicios de que estás en una relación abusiva? El abusador puede intentar controlar tu comportamiento o decirte qué pensar, impedir o regular tu acceso a recursos, utilizar amenazas o violencia contra tí, o mantenerte en una posición de dependencia bajo una vigilancia constante. Esto describe el comportamiento de abusadores individuales pero lo mismo puede aplicarse a las instituciones que gobiernan la sociedad. Prácticamente todas ellas se basan en la idea de que los seres humanos necesitan ser vigilados, controlados, administrados. Mientras más grandes sean los desequilibrios que se nos imponen, más control se necesita para preservarlos.

No los necesitamos, de ninguna manera nos representa el político o sus instituciones, pues éstas suponen la imposición de nuestras limitaciones. Sin los límites que actualmente nos marcan, podríamos reconstruir la organización de la sociedad, la economía y nuestras relaciones en base a la libre asociación y al apoyo mutuo.

Desde arriba se nos inculca que "tus derechos terminan donde empiezan los derechos del otro". Pero la libertad no es una pequeña burbuja de derechos personales. No somos individuos separados. El sistema que todos los demás aceptan es aquel bajo el cual tú tienes que vivir, pero cuando otros lo desafían, tú también obtienes una oportunidad para renegociar tu realidad. Tu libertad empieza donde empieza la mía, y termina, donde termina la mía. La libertad no es una posesión ni una propiedad, es una relación. No se trata de protegernos del mundo exterior, sino de entrelazarnos de una forma que maximice las posibilidades. Las cosas que te gustaría cambiar, ¿crees que puedes hacerlas solo? Aquí es donde entra la necesidad de organización. Y no se trata sólo de grandes ideales u objetivos lejanos, sino de nuestros problemas del día a día. En la CNT, tenemos la organización que necesitamos y, en estos momentos de auge de la vía política, es esto lo que debemos transmitir.

PD: Este editorial está inspirado y ha tomado fragmentos del folleto Para cambiar todo:


Secretariado Permanente del Comité Confederal

Periódico CNT nº 416 - Febrero 2015:

sábado, 14 de febrero de 2015

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social desaloja a la CNT de Zaragoza de la sede de la calle Andrés Gúrpide

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social del Partido Popular ha procedido al desalojo policial de este sindicato del espacio Sindical que habíamos inaugurado el Primero de Mayo del año pasado en la calle Andrés Gúrpide Nº3, mediante cuya apertura se pretendía por parte del sindicato dar por saldada la obligación legal que el Estado tiene, en virtud de la ley 4/86 y una sentencia del Tribunal Constitucional de 1992, de ceder un espacio de Patrimonio Sindical Acumulado a la CNT en esta ciudad y así finalizar con la discriminación que viene padeciendo la CNT en la devolución del PSA.

A las 18:30 de la tarde del jueves 12 de febrero de 2015 se han presentado varias dotaciones de la Unidad de Intervención Policial (UIP), ordenando a las personas que estaban reunidas ahí que abandonasen el local ya que tenían una orden de desalojo del local dictada por el Juzgado de Instrucción nº4 de Zaragoza sin detenciones.

Debemos señalar que nos hemos reunido hasta en tres ocasiones con el Oficial Mayor del Ministerio de Empleo y Seguridad Social para tratar de acordar una solución viable a esta sistemática vulneración de la ley por parte de este Organismo. Tras ello, nos hemos encontrado, una vez más, con compromisos incumplidos y la callada por respuesta, para finalizar ahora con la represión y el desalojo.

Este Sindicato anuncia que se emprenderán más acciones para saldar, mediante la cesión de Patrimonio Sindical Acumulado, la deuda que el Estado tiene con CNT en la ciudad de Zaragoza. Quien quiera puede informarse de dicha deuda en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Y que emprenderá las medidas que considere oportunas para denunciar lo sucedido, ya que consideramos que una vez más se ha producido un atropello flagrante a la legalidad vigente y a los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Por lo que convocamos a una concentración de urgencia en protesta por el desalojo frente a las sede del PP en la Gran vía Nº9 el Viernes 13 de Febrero de 2015 a las 19 horas.

Por otra parte desde el Sindicato de Oficios Varios de CNT Zaragoza quiere agradecer a quienes han apoyado y difundido la lucha de CNT durante estos meses, recordando que los espacios bajo denominación Patrimonio Sindical Acumulado son espacios para el uso de la clase trabajadora.


Próximamente ampliaremos la información, por el momento puede consultarse lo publicado hasta ahora sobre el conflicto en:


Además de todas las actividades que se han realizado en ese local durante los 10 meses de uso:



¡NO A LA VENTA DEL PSA!

¡DEVOLUCIÓN DEL PATRIMONIO SINDICAL ACUMULADO A LA CLASE TRABAJADORA!


CNT Zaragoza




domingo, 1 de febrero de 2015

TTIP o el capitalismo salvaje


Las consecuencias sociales y laborales del TTIP: crónica de un desastre anunciado

El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP en sus siglas en inglés) entre EE.UU. y la UE, se está negociando entre las grandes empresas multinacionales y las élites políticas a espaldas de la ciudadanía de ambas regiones.

Su objetivo teórico es suprimir obstáculos arancelarios a la actividad comercial (sin embargo las tasa aduaneras ya son bastantes bajas: 5,2% en la Unión Europea y 3,5% en los Estados Unidos de América), la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo.

Su objetivo real es desregular y eliminar derechos sociales, laborales, sindicales, normativas medioambientales y privatizar los servicios públicos, como la salud, la educación, el agua, los transportes, etc., para conseguir más beneficios.

El TTIP pretende garantizar las inversiones de las empresas por encima de las leyes de los Estados, hasta el punto de que éstos tendrán que indemnizar a las empresas si ven perjudicado el nivel previsto de sus ganancias, a través del Instrumento de Resolución de Conflictos entre Inversores y Estados, los famosos tribunales de arbitraje, no sometidos a la justicia ordinaria de los Estados.

El TTIP es una vuelta de tuerca más, para acabar con los derechos de la ciudadanía y disciplinar a los trabajadores y trabajadoras, al acentuar los procesos de recortes, privatización y liberalización de flujos de capitales, aumentando todavía más el poder del gran capital, tal como ha sucedido con otros tratados, como con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA en inglés).

Desde esta perspectiva sus consecuencias van a ser negativas para la agricultura, la alimentación y el medio rural, la salud, la privacidad, el empleo, los derechos laborales y sociales y el medio ambiente.