domingo, 16 de enero de 2022

División en el anarcosindicalismo. Reflexiones al aire


Escrito de opinión de nuestro compañero Juan Carlos Chiné.


Huelga General 14/11/2012 Fraga


División en el anarcosindicalismo. Reflexiones al aire

Carta abierta de un cenetista de a pie.


Mi militancia anarcosindical, o activismo, se desarrolla a través de un Sindicato de una ciudad pequeña del Aragón rural y desde los años ochenta. Circunstancia que no ha impedido vivir en primera persona una de las historias más duras del anarcosindicalismo español del postfranquismo, como fue la “división ideológica” de la organización histórica CNT y su consiguiente fragmentación en varios grupos, y que tiempo después daría como resultado la creación de la actual CGT.

Esa experiencia vivida en esos años de veinteañero, sin ánimo de frivolizar, fue muy enriquecedora. Tuve la suerte de compartir esa época con militantes excepcionales; compañeros que habían participado en la Revolución de 1936. Algunos habían sido alumnos de José Alberola, pero también de Félix Carrasquer en la Escuela de Militantes de Aragón. Perdieron la guerra, padecieron exilio, cárcel, exilio interior…pero no se rindieron, y mantuvieron con vida la Organización; incluso, durante la dictadura, facilitando con su determinación y compromiso desinteresado, prolongar su existencia hasta hoy.

Recuerdo los debates ideológicos y algunas de las argumentaciones que los abuelos defendían con vehemencia, y sin el dogmatismo que la propaganda, proveniente de un lado y otro, advertía. En cualquier caso, lo que más me impresionó, además de la tristeza que les produjo la división, fue el profundo respeto hacia los que hasta ayer habían sido compañerxs, compartiendo Ideas y organización, incluso amigxs. Recuerdo la enorme desilusión que les produjo saber que Félix Carrasquer, su maestro y amigo, no solo apoyaba la opción reformista, sino que era uno de los ideólogos; es más, no tuvieron ningún reparo en escribirle y mostrarle su desacuerdo, pero la cuestión humana prevaleció por encima de todo.

Fue una época dura la de los ochenta y noventa, pasada la efervescencia de la transición, donde la CNT y lo libertario resurgía con cierta fuerza, llegó el tiempo del cambio de Felipe González y con él, coincidencia o no, el Movimiento Libertario desaparecía, casi, por completo. También fueron determinantes las escisiones surgidas en el 5º Congreso de la CNT en 1979, y la del 6º en 1983. Fueron los años de la pugna judicial por las siglas históricas; en la provincia de Huesca, solo los Sindicatos de Monzón y Fraga consiguieron resistir el embate, y se tardó muchos años en reorganizar el Sindicato en la capital. En el resto de La Regional, únicamente las capitales de provincia consiguieron mantenerse mínimamente, alguno de ellos, con una afiliación tan baja, que a día de hoy la Confederación de la CIT no les permitiría constituirse ni como Sindicato de Oficios Varios.

Muchos de los Sindicatos de pueblos y ciudades pequeñas, reorganizados tras la muerte del dictador, desaparecieron. La Confederación Regional de Aragón-Rioja, contaba con muchas Federaciones Locales repartidas por el territorio, además de Huesca, Zaragoza, Teruel y Logroño, las cuatro capitales de provincia, se encontraban, Alcampell, Alcañiz, La Almunia de Doña Godina, Andorra, Barbastro, Calatayud, Caspe, Ejea de los Caballeros, Fraga, Jaca, Mequinenza, Monzón, Sabiñanigo, Zuera, etc.

Para no continuar alimentando el confusionismo, es necesario recordar los motivos que condujeron a la división. Es cierto que la razón principal fue la de la participación o no en las elecciones sindicales y su consiguiente práctica sindical a través de los comités de empresa, pero no hay que olvidar lo que ese modelo sindical traía aparejado: el delegacionismo, la burocratización, la subvención, “lxs lberadxs”. El abandono progresivo del concepto obrerista y anticapitalista del Sindicato, como ya ocurría en Europa. Es decir, se introducía de facto el parlamentarismo en el mundo del trabajo, con la intención de desbaratar cualquier intento de que el incipiente Movimiento Obrero se organizase al margen del poder. Manera de ejercer un mayor control a través de las “cúpulas dirigentes sindicales”, que eran y son los “agentes” negociadores con la patronal y el Estado. No hay que olvidar que, en un primer momento, hubo otras organizaciones obreras que, también, se oponían a ese modelo, como la UGT.

En poco tiempo estas argumentaciones dejaron de ser “simples conjeturas”, pero a veces tener la razón no basta. La realidad se impuso y el modelo sindical que traían las elecciones sindicales pasó a ser hegemónico, quedando en minoría la "opción anarcosindicalista”. El resto de la historia, la clase trabajadora la conocemos de sobra, por padecerla. En cualquier caso, no está de más añadir al argumentario algunos datos que, sin caer en el simplismo, claman a una reflexión serena. En España los sindicatos son de las instituciones que menos confianza suscitan entre la población; si tenemos en cuenta las encuestas, concretamente las últimas realizadas sobre afiliación, somos el país de la OCDE con el porcentaje más bajo, el 14 %, de la población activa.

Hoy el fantasma de la división vuelve aparecer en escena, por mucho que la Confederación de la CIT o sus dirigentes se empeñen en decir lo contrario o intenten desviar la atención, aduciendo a cuestiones “disciplinarias” o de “usurpación de siglas”. Esta vez, puede parecer que el modelo sindical no es la causa de la división, pero solo es en apariencia; las “purgas”, las expulsiones, las “desfederaciones” de Sindicatos díscolos siguen presentes. Y no olvidemos las “maniobras políticas” como la “auto-expulsión” de la AIT o la imposición del “Gabinete Técnico Confederal” -gabinete de abogados-, convertido en un fin en sí mismo y con una clara tendencia hacia una ampliación por Regionales; todo un entramado para extender de manera encubierta gente a sueldo -liberadxs-. En fin, que lejos quedan las palabras de Joan Peiró: Los objetivos del Sindicalismo no se reducen simplemente a la conquista de mejoras económicas y morales, como son aumento de salarios, reducción de jornada etc., sino que ellos llegan al límite máximo de la oposición al capitalismo y al Estado.

Decir que esta carta no pretende influir al desánimo, más bien lo contrario, tampoco es un punto final. Hay razones para la esperanza y hoy como ayer, hay una “opción anarcosindicalista” que se niega a desaparecer y, pese a las adversidades persiste con optimismo.


Fraga, enero del 2022


J. Carlos Chiné Royes,

               albañil, militante anarcosindicalista en el medio rural.

 

5 comentarios:

  1. ...Soluciones queremos ver, hay gente que esta totalmente desideologizada y no entiende, que si se afilio a la cnt. Allá que estar peleados entre compañeras y compañeros, por aites y cits. Sin animo de ofender a nadie, tendriamos que estar unidas/os las personas luchadoras. Pues nuestra lucha es contra el capitalismo, contra la autoridad, contra reyes y reinas, patronal, clero, racistas, xenofobias etc
    -No contra nuestras hermanas y hermanos en la lucha, que para mi y para muchas personas más son las personas que están ahí que incan el callo. Sean del sindicato que sean, eso si, gente de base luchadora, que un día puede que estén en ugt, se cansen de sus desplantes y se vengan a la cnt. Decir ese sindicato amarillo por ejemplo, ya sea cc.oo, cgt, uso, tú etc
    Creo pensar que esta situación del enfrentamiento del anarcosindicalismo pase, pero veo muchos intereses creados, gente que le gusta la gresca. Y veo que es solo por estar encima, por decir aquí estoy yo y estos son mis órganos reproductores. Opino que nadie es más que nadie todas las personas algún día moriremos y los enfrentamientos quedaran en barbecho. Sembremos la semilla de la anarquía, no del odio entre hermanas/os.

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  2. No hay solución, aunque me gustaría tenerla y aplicarla. Me gustaría, me parece imprescindible para el anarcosindicalismo, la unidad bajo unas únicas siglas. La historia de la CNT, desgraciadamente, está sembrada de los mismos tropezones a lo largo de su vida. Lo cierto es que liderazgos, comites, direcciones, personalismos, etc. han sido siempre las piedras en el camino del anarcosindicalismo. Desgraciadamente no hay suficiente condescendencia entre la militacia para alcanzar acuerdos y tomar el camino juntos. ¿Cuando seremos capaces de interiorizar aquello de lo que tanto hablamos y poco practicamos: llegar a acuerdos sin tener que votar, ni botarnos ...?

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  3. Torcendo, daqui do Brasil, prá que os dois grupos cindidos possam trabalhar separados sem se ofenderem, prá que um dia possam trabalhar juntos novamente. ;-)

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  4. Hermosa y sincera carta. Las grullas deben entenderse porque el esfuerzo de cada una hará que lleguen a Gallocanta desde África. Es un trabajo colectivo en la que cada una sustituye para ser la que rompa las corrientes adversas.Las grullas no tienen intereses políticos, lo son sin más ambición que llegar juntas. Seré un ingenuo pero hay que pensar que la ingenuidad sería el camino más fácil para superar las diferencias. Qué nos pesa más lo que nos separa o lo que nos une?

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  5. El gabinete confederal se aprovó en el X Congreso de 2010, por acuerdo de la mayoría de sindicatos (no sólo en votos) de la confederación. Liberados de la organización también lo eran Garcia Oliver, Federica Montseny, "Marianet", Salvador Seguí, etc. Una cosa es que el sindicato de dinero a militantes para que vivan más o menos dignamente, que tener liberados gracias a subvenciones del estado y elecciones sindicales. Una organización que pretende ser de masas como CNT es necesario que en algunos sindicatos con mucha afiliación y actividad tenga gente al 100% dedicada al sindicato, ahora bien, tienen que ser revocables y poner límites de tiempo (por ejemplo 4 años). Si, claro que tiene sus peligros y la mayoría de sindicatos de CNT ahora no lo necesitan ni tan solo se lo pueden permitir.

    La división entre AIT y CIT solo la habláis vosotros, los que os decís AIT. A nosotros prácticamente no nos ha afectado, hablo de Catalunya-Baleares por ejemplo donde se montáis sindicatos que en realidad no existen como Girona o se han ido sólo los de Badalona, podríamos debatir si hacen algo de anarcosindicalismo esta gente... Por cierto, curioso lo de unirse el SOV de Tarragona con los de Joaquín Costa, cuando siempre se han odiado por lo de Jumberca o la relación de JC con CGT. "El enemigo de mi enemigo es mi amigo"...

    Esta "división" es una broma comparandola con la de CGT... Y solo hacéis artículos y habláis vosotros de ella... Hubieráis podido continuar como Nucleo en CNT, sin nadie que os impidiera hacer labor sindical y social, eso si no tendriáis los votos dentro de la organización...

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