Comunicado, CNT Federación Local de Fraga:
Con
la llegada de año nuevo se cumplen veinte años del levantamiento zapatista en
el Estado de Chiapas -México-.
Al grito de “Ya Basta”, cientos de
campesinos indígenas, mal armados pero muy bien organizados, tomaron varias
cabeceras municipales del territorio chiapaneco; una operación militar que
duraría varios días y que sirvió como carta de presentación del EZLN -Ejercito
Zapatista de Liberación Nacional-. En pocos días, la imagen del guerrillero con
el rostro cubierto por un pasamontañas o el paliacate daría la vuelta al mundo.
Las palabras sencillas y sinceras pronunciadas por representantes de la guerrilla
desde los diferentes balcones de los edificios gubernamentales resonaron de
igual modo, atrapando, también, los corazones de muchas personas. Será ésta la
Primera Declaración de la Selva Lacandona, escrita, pocos días antes del
levantamiento, para declararle la guerra al mal gobierno de México y mostrar a
la sociedad mexicana y del mundo, el porqué de la insurrección armada, y cuáles
eran sus demandas.
No fue en vano que el levantamiento
del 1º de enero de 1994 coincidiera con la entrada en vigor del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte -TLCAN-, suscrito por Canadá, Estados
Unidos y México, tratado que surgió para otorgar patente de corso a las
transnacionales, permitiendo al gobierno de México presentar al país con traje
de gala para formar parte del primer mundo; y al mismo tiempo esconder bajo la
alfombra los graves problemas sociales y económicos internos, provocados por
las políticas de gobiernos corruptos durante décadas; formas de gobernar que
habían empujado a miles de ciudadanos a la extrema pobreza y donde amplias
regiones, entre ellas Chiapas, -habitadas por miles de campesinos indígenas- se
encontraban en una situación de hambre y miseria sólo comparable a la de los
países más empobrecidos del planeta. No es de extrañar por tanto que, entre las
demandas de la Primera Declaración zapatista se encuentren: trabajo, tierra,
techo, alimentación, salud, educación, además de independencia, libertad,
democracia, justicia y paz.
En estos 20 años el EZLN ha devenido
en movimiento zapatista, apostando no tanto por la cuestión puramente militar,
sino también por la construcción de un discurso político que lleva aparejado la
creación de estructuras organizativas, tanto políticas como sociales y
económicas, en los territorios controlados bajo su influencia. A pesar de los
treinta años de clandestinidad – en noviembre del 2013 fue el aniversario de su
fundación-, no han conseguido mermar su capacidad organizativa sabiendo
conjugar muy bien la parte teórica y la práctica; demostrando al mundo que
(todo es posible) sí se puede, que hay otras formas de hacer política, de
construir una nueva sociedad aquí y ahora.
Muchos de los corazones atrapados por
la palabra zapatista palpitan en los pechos de much@s anarquistas y anarcosindicalistas
en todo el mundo, también en Fraga en el de l@s militantes de la CNT. Dos
décadas caminando juntos, discretamente, cierto, pero siempre atentos a las
noticias que llegan desde el sureste mexicano y pendientes de todos los
acontecimientos, comunicados, escritos… Tendiendo nuestra mano amiga, fraterna
y, siempre que las circunstancias lo han permitido, sumándonos a muchas de las
iniciativas de apoyo a la Causa Zapatista, avivando la llama de la solidaridad
que acorta todas las distancias para conseguir un mundo nuevo; uno donde quepan
todos los mundos.
Sirva nuestro comunicado, además de
para recordar el levantamiento, para mandar abrazos desde este rincón de
Iberia, a tod@s l@s compañer@s zapatistas.
¡VIVA LA DIGNIDAD REBELDE!
¡VIVAN LAS COMUNIDADES ZAPATISTAS!
¡VIVA EL EZLN!
Fraga 1 enero 2014
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